De The Epoch Times
La educación norteamericana es un sistema muy complicado que influye y moldea los futuros de la gran mayoría de los jóvenes en nuestro país. Aunque la educación es responsable de un período crucial en la vida, este sistema actual tiene algunos defectos. Sin embargo, es importante reconocer los puntos positivos y luego desarrollar maneras de arreglar los problemas que existen en lugar de quejarnos sin actuar.
Para empezar, los aspectos positivos de nuestro sistema educativo han sido evidentes hasta los años formativos de los Estados Unidos. Los ideales que definían el desarrollo de este país han incluido la igualdad de oportunidades y la diversidad de varias facciones de la población. Todavía es cierto que la discriminación y las diferencias socioeconómicas impiden a muchos individuos con metas de asistir a una universidad o una facultad, pero por lo general, el sistema educativo en los Estados Unidos puede apoyar a una gran diversidad de estudiantes para lograr sus propias formas de éxito profesional.
Con respecto a la tendencia reciente hacia exámenes estandarizados y la responsabilidad aumentada de las escuelas, los que están de acuerdo con las reformas educativas de la administración previa han dicho que los exámenes de alto riesgo pueden mejorar el proceso de aprender. Según esta filosofía, si los estudiantes entienden la importancia de sacar buenas notas en algunos exámenes estandarizados que el resto de los estudiantes también necesitan tomar, están más motivados para tomar su propia responsabilidad y estudiar más. También, las escuelas están más motivadas para mejorar sus currículos y centrarse en las materias más importantes para los estudiantes.
Después de todo, la realidad es que los Estados Unidos son de calidad media en comparación con los estudiantes de otros países, especialmente con respecto a las asignaturas de las ciencias y las matemáticas. Los proponentes de este tipo de sistema educativo afirman que la eliminación de los exámenes estandarizados ha sido relacionada con reducciones en los estándares académicos, las horas que los estudiantes pasan con sus textos y la calidad de los currículos y el trabajo de los profesores. Por eso, es posible que el sistema educativo norteamericano se beneficie con el énfasis en los exámenes estandarizados.
Por otro lado, nuestro sistema también tiene algunos defectos. En contraste con el argumento de que los exámenes estandarizados realmente mejoran las experiencias educativas de los jóvenes en este país, los que están en contra de este sistema creen que los problemas con las escuelas en realidad tienen que ver con sus diseños malos, la falta de maestros capacitados y la inestabilidad de las familias y las comunidades. Este lado del debate señala algunos puntos especialmente negativos que continúan existiendo en nuestro sistema educativo.
Después de décadas de investigación y formación de prácticas efectivas de la docencia, es claro que fuentes extrínsecas de la motivación de cualquier estudiante (como las pegatinas brillantes y las buenas notas) destruyen la curiosidad intrínseca y el placer original de aprender nuevas cosas sobre el mundo. De hecho, los oponentes del sistema actual dicen que los exámenes de alto riesgo transforman el desarrollo de un estudiante en una preparación robótica en lugar de una colección rica de experiencias sobre una variedad de temas que son relevantes al estado del mundo hoy. Además, porque este tipo de preparación carece de conexiones pertinentes al mundo real y solamente es una versión diluida del aprendizaje, los estudiantes rápidamente pierden la creatividad inherente y la motivación natural de aprender lo más posible. De esta manera, la clase puede ser una cárcel bajo este sistema educativo.
Otros problemas del sistema también tienen que ver con el desarrollo intelectual de los estudiantes. Mientras los exámenes estandarizados promueven la memorización y la reproducción mecánica de los hechos, es más importante que los profesores enseñen a los estudiantes cómo pensar en y resolver varios problemas científicos que existen en nuestro universo. En otras palabras, los estudiantes necesitan ganar conocimiento de cómo deben aprender durante toda la vida porque en unos años, los hechos memorizados para los exámenes estandarizados habrán sido obsoletos.
En resumen, los puntos positivos y negativos del sistema educativo norteamericano son válidos. Todavía los investigadores necesitan averiguar si la motivación extrínseca podrá sostener el aprendizaje durante toda la vida y si los efectos positivos realmente serán mayores que las consecuencias negativas. Si tuviera el poder político para tomar decisiones con respecto al sistema educativo, introduciría unos cambios principales. Primero, las escuelas necesitarían mejorar la selección de los maestros y contratar a profesores con especializaciones más específicas y con más experiencia en desarrollar los currículos efectivos y fomentar los intereses naturales de los estudiantes.
Además, implementaría más programas de orientación profesional en las escuelas de varios niveles porque frecuentemente tener la meta de entrar en cualquier profesión es más relevante al futuro que tener la meta de sacar una nota alta en el próximo examen. También, es importante reducir el tiempo para las vacaciones de verano porque cada año durante los meses de junio, julio, y agosto, los estudiantes se olvidan de una gran cantidad de la información aprendida durante el año escolar. Aunque el progreso puede parecer muy lento, es necesario que continuemos esta discusión sobre el sistema educativo de los Estados Unidos.